Julián Gallo, conocido en las FARC con el alias de Tornillo (según sus víctimas porque abusaba de niños que habían sido secuestrados por ese grupo terrorista), es uno de los principales impulsores de la campaña a la Alcaldía de Bogotá del narconovelista Gustavo Bolívar.
Uno de los hechos que pasó desapercibido durante la inscripción de la candidatura del exsenador y presunto financiador de la Primera Línea, Gustavo Bolívar, el pasado fin de semana fue la compañía de Julián Gallo, integrante de las FARC y acusado de violar niños durante su paso por ese grupo terrorista.
Vale la pena recordar que luego de la desmovilización de los guerrilleros y cabecillas de las FARC a la fecha ninguno ha pagado un solo día de cárcel por sus múltiples delitos. Sin embargo, en la actualidad 10 de ellos son integrantes del Congreso de la República, 5 en Senado y 5 en Cámara de Representantes, mientras sus miles de víctimas continúan exigiendo reparación y justicia.
Cronología
El 28 de julio, un día antes de la inscripción de Bolívar, el hoy senador Gallo publicó en su cuenta de Twitter: Apreciado @GustavoBolivar, ahí estaremos #BolivarAlcalde.
El 29 de julio, alias Tornillo subió un vídeo y un texto en Twitter en donde expresó: Acompañamos a @GustavoBolivar en la inscripción de su candidatura a la Alcaldía de Bogotá. “Debemos asumir el reto de elegir 24 concejales si queremos garantizar la gobernabilidad”.
“Gustavo, felicitaciones y cuente con nuestro apoyo, con nuestro respaldo para recorrer cada una de las calles de la capital porque vamos a conquistar unas mayorías aplastantes que garanticen no solamente la Alcaldía sino la continuidad del proyecto de transformación y cambio para el 2026. ¡Viva Gustavo Bolívar!”, afirmó Julián Gallo.
Y en adelante se ha dedicado a retuitear los mensajes de Gustavo Bolívar en redes sociales.
Otra polémica compañía en la campaña de Bolívar es la de la exministra de Salud del gobierno Petro, Carolina Corcho, reconocida por la opinión pública como la creadora de la «Corcho reforma a la salud» que generó incertidumbre en el país y reacciones contrarias por querer politizar la salud de los colombianos.