La industria del cine en Hollywood enfrenta una doble crisis, ya que tanto los actores como los guionistas han decidido emprender medidas de fuerza en busca de mejores condiciones laborales. El Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA) y la Asociación de Guionistas de América (WGA) lideran estas huelgas que sacuden la meca del entretenimiento.
El SAG-AFTRA, que cuenta con 160,000 intérpretes afiliados, ha votado por unanimidad a favor de la huelga de actores, tras cuatro semanas de negociaciones infructuosas con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP). Esta es la primera huelga de actores desde 1980 y busca mejorar las condiciones laborales y salariales de los intérpretes.
Paralelamente, la WGA inició su huelga de guionistas el pasado 2 de mayo, compartiendo muchos de los reclamos planteados por el SAG-AFTRA hacia la AMPTP. Ambas huelgas tienen como objetivo lograr aumentos salariales, una mayor participación en las ganancias derivadas de la distribución de contenido en plataformas de streaming y abordar el impacto de la inteligencia artificial en la industria del entretenimiento.
Estas huelgas simultáneas representan un revés significativo para la industria de Hollywood. Las producciones cinematográficas y televisivas se ven afectadas, por lo que experimentan parones y retrasos en su desarrollo. Esto repercute directamente en las fechas de estreno en cines y plataformas de streaming, y genera preocupación tanto para los estudios de producción como para los espectadores.
Si bien las figuras actuales más destacadas de Hollywood podrían no verse afectadas financieramente, no ocurre lo mismo para muchos otros trabajadores del sector. Aquellos afiliados a los sindicatos deberán abstenerse de participar en cualquier actividad relacionada con la industria, desde la promociónv hasta el rodaje de producciones.
La última vez que Hollywood enfrentó una huelga simultánea de actores y guionistas fue en 1960. En aquel entonces, la huelga de guionistas duró 100 días y se estimó que la industria sufrió pérdidas cercanas a los 2,000 millones de dólares. Ahora, con las consecuencias económicas de la pandemia de la COVID-19 aún presentes, la industria del entretenimiento se enfrenta a un nuevo desafío.