Las noticias del sistema energético del país no son alentadoras. Este domingo se conoció que el precio de la energía en bolsa alcanzó su máximo histórico al superar la barrera de los $1.000 el kilovatio hora.
De acuerdo con la información publicada por la firma XM, administradora del mercado de energía mayorista, el precio en bolsa pasó de $374, en el mes de enero, a $1.023, la semana pasada. Esto significa un incremento del 300 %.
Sin embargo, se espera que el costo continúe subiendo en el día de hoy. El ex ministro de Minas y Energía Diego Mesa pronosticó que el mínimo será de $1,051 el kilovatio hora, con lo que prácticamente alcanza el precio marginal de escasez.
¿Pero cuáles son los factores que están incidiendo en este aumento? Para expertos y gremios del sector, la presencia del fenómeno de El Niño, el alto grado de estrés al que está sometido el Sistema Interconectado Nacional (SIN) y la inflación, son las variables que están impactando directamente en el costo del kwh que se comercializa en bolsa.
En ese sentido, son claves para el sector, en el corto y mediano plazo, acelerar la ejecución de proyectos, dar señales adecuadas de política pública y regulatoria, garantizar la estabilidad en las reglas de juego y proteger la confianza inversionista.
Amylkar Acosta, experto en el sector energético, explica que el stress del Sistema interconectado nacional obedece al ostensible retraso en la ejecución de los proyectos de generación, transmisión y subtransmisión, que son responsabilidad de la UPME.
Al respecto, vale decir que el año pasado la UPME asignó puntos de conexión, pero no abrió una sola subasta. “En febrero de este año se anunció la apertura de una subasta, que se ha aplazado por dos veces consecutivas y ahora está prevista para el mes de noviembre. Al parecer, para la UPME, no hay prisa”, agregó.
Sobre la inflación, Acosta señala que si bien ha cedido, todavía está alrededor del 12 %, cuatro veces más que la meta del Banco de la República. Y los servicios públicos están entre los que más se han visto afectados por el alza en los precios.
En cuanto al fenómeno de El Niño, que influye de forma determinante en el aumento de los precios en bolsa, el sector energético señala que el evento climático se ha venido manifestando, tal como lo anunciaron las agencias ambientales.
Alejandro Castañeda, presidente de Andeg, dice que al sector le preocupa no solo la cantidad de lluvias que llega a los embalses, sino que la capacidad de almacenamiento de agua no es la adecuada y se vacían rápidamente si no tiene un flujo constante de agua; entonces, el problema no es el nivel de hoy, sino el de los meses siguientes, hasta el próximo mes de abril.
En ese sentido, explica que los embalses hoy tienen un nivel del 78 %, que es bueno para la época, pero en la primera semana de septiembre los aportes, es decir las lluvias que llenan los embalses, están en un nivel del 51 y 52 % de la media histórica. Esto quiere decir que está lloviendo la mitad del promedio histórico para un mes de septiembre.
Ante este panorama, lo que hacen los agentes hidráulicos es subir los precios al nivel que hoy se comercializa en bolsa, para que la generación térmica pueda entrar. Actualmente, según Andeg, el 32 % de la energía que consume el país lo están produciendo las térmicas, que son las que operan con carbón, gas natural nacional, gas importado y combustibles líquidos. Estos combustibles tienen unos costos superiores.
Ahora, ¿cuáles son los efectos o el impacto en los usuarios? Alejandro Castañeda, presidente de Andeg, explica que para calcular la afectación de los clientes de las empresas operadoras del servicio de energía eléctrica es necesario esperar que septiembre termine para tener una radiografía clara del precio promedio del kwh y saber cuál es el nivel de contratación de las compañías comercializadoras.
Según los cálculos de Andeg, el 85 % de la energía que demandan los usuarios obedece a contratos a largo plazo y solo un 15 % se negocia en bolsa, lo que significa que el efecto termina siendo de 2 o 3 % frente a lo que se paga en la tarifa.
“No es un efecto menor, hay que considerarlo, pero seguramente en la medida en que los usuarios estemos protegidos con contratos de largo plazo tendremos mucha más estabilidad en estos precios de la energía que pagamos”.